jueves, 27 de diciembre de 2012

dejá de decir


no digás ya que
dejá de decir
dejá de referirte a eso
por favor

pará de iconizar
de ser,
de escupir:
semanticidades
mucosas
garbanzos

terminala con
la coca-cola
las infidelidades
las pasas de uva
(bañadas en chocolate)
los crocantes en los ravioles
los chorizos a la pomarola

pero seguí con todo lo demás
que alumbra
                            hasta al sol

lunes, 10 de diciembre de 2012

Lluvia

La sociedad de minúsculos espejos en lágrimas está en el living.
Están en una Junta. Con mayúscula. Importante.
Decidirán si cotinuarán reflejando o no la tarde.


domingo, 11 de noviembre de 2012

lunes, 15 de octubre de 2012

ayer el miedo vino a buscarme
                                              tocó el timbre
                                                                   dos veces
y, antes de que me acercara a abrirle,
                                                                    pasó.
me miraba atentamente
                                           la nariz
como si allí residieran mis únicas posibilidades de escape.
me tocaba dulcemente
                                           las manos
                                                                  queriéndome calmar
logrando, en cambio, que mi piel no dejara de tiritar.


-Me preguntas y sólo/siempre obtienes, miedo amado, lo que quieres conseguir:
respuestas educadas,
                                         respuestas atentas
                                                                     y adecuadas.
No te quiero discutir, miedo amado, no te quiero enfrentar.
                                                                    no me atrevo.


quizás pueda saltar, morir, llorar
                                                                     algún día
sí.                                  
lágrimas con lagañas,                                  
                                                                      sin patrañas
sentado en la cama        
la cabeza en la cama
                                       llorar llorar llorar

jueves, 4 de octubre de 2012

contrae el músculo gigante
lo contrae hasta que se le acalambra
y la lengua gigante, tan entrenada,
                                       finalmente
sufre los efectos de la sobrecarga
y de la falta de elongación

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Marceau y ella

Ella me abandona cuando voy al trabajo.
Me abandona porque le gustan los colores y en el trabajo casi no se me permiten.
Me deja porque dice que la entristezco.
La gente, en cambio, se ríe, se sorprende: me viene a ver.
Pero ella no aparece, no puede aparecerse. No debe.
Porque es impropio que de mi boca salga algo cuando trabajo.
Pero cuando vuelvo a casa, ella arremete cariñosa: gritamos, cantamos y nos contamos todo lo que pasó en ese largo rato separados.

martes, 4 de septiembre de 2012

agua      agua      agua
              un pozo
                          seco

agua      agua      agua
             necesito
             estoy sediento

áspera    agua    áspera
             la lengua
                            agua
                   
agua      seca     áspera  
              ya
                       no puedo
       

miércoles, 29 de agosto de 2012

martes, 21 de agosto de 2012

d

Tambores suenan. Momento tenso.
Mi cabeza recula sintiéndose objeto de las continuas radiografías de tu mirada.
Excusas: "Palparte con guantes no es lo mismo. Tus curvas (líneas rectas al placer) no se perciben del mismo modo."
"¿De qué me hablas? Perdiste las llaves, no te hagas el idiota, basura."
La lluvia en el living humedece el saquito de tilo que reposa en la taza.
La mesa, sabiéndose por última vez usada por ambos, hace rechinar sus patas de tristeza.
Una alfombra se asoma, preocupada, desde el dormitorio para mirar lo que pasa.
Parientes impacientes nos llaman desde el registro civil.
Podemos suponerlo, aunque ni se nos ocurra acercarnos a atender.

c

Me molesta tener que refugiarme en esta primera muerte. Haber tirado el mate, haber recibido ese rebencazo en el ojo, haberme desangrado absurdamente. Sí, me jode.
No te digo que no sea lindo que te tiren florcitas, que te lloren de vez en cuando. Es lindo, sí. Pero qué sé yo. Acá hay banda de contras, eh.
Lo que más me molesta es que haya pasado tanto tiempo sin haber descargado mi chelita. La otra vuelta, por ejemplo, la vecina de tumba me estaba pegando la mejor tirada de goma de mi muerte y escucho al pelotudo del guardaparques con esas tijerotas a romper las bolas en el arbusto de al lado. Me la bajó mal.
Le estaba por acabar en los anteojitos a mi cadavérica putita, estaba ahí nomás y el forro este... Claro, total el tiene tacto todavía. Yo tengo que andar haciéndome la imagen por los agujeros de mi cráneo y con eso nomás...

b

el coro ulula en la iglesia: recibe una cruel evaluación del párroco
gratis
un pétalo cae en la noche, un gato siente el susurro pero no se da vuelta
gratis
un ojo que mira más allá de eso en hd
gratis
evaluamos la materia - quizás en silencio-
pero siempre gratis
los adultos que discuten, como si nada, adelante de su familia
mientras el azufre, paranoico, se siente una simple especia
siempre gratis
mentira gratis
mentira
nada es


a

Un líquido azul anuncia que a centímetros se encuentra mi destino. Apuntando al centro con el chorro, mi interlocutor da un mensaje (pronto lo sabré descalcificante) que entierra mis futuros tristes antecedentes.

-Comida para lobos ser tú después- dice el chino en tono elegoindigenado.

Satisfecho por el oráculo, decido ponerme a voluntad de mis venerados átomos: "Seré mis átomos. Seré alimentos. Seré ser." me repito como sabiendo de qué estoy hablándome.

Camino, luego de saludar al oriental, hacia una calle arbolada, de aspecto grimmeano. Espero una mordida: espero una actualización de un anuncio que no logro comprender más allá de una literalidad cualunque. "Odio el horóscopo" refunfuño y paso la página.


lunes, 23 de julio de 2012

Luz

No titiles, hermosa. No lo hagas más.
Iluminame así, siempre. Tenue: vainilla, té con miel.
No titiles porque no veo cuando te vas.
Y cuando volvés de sopetón me encandilás.
No titiles menguante, pero no te alejes distante.
Porque si no estás, sólo --------. Sólo eso.
Y no es que -------- sea el destino.
Sino que no soporto sólo --------.
No puedo y no quiero porque me sangra, gritás, pateamos.
No.
Y si brillás, en cambio, si la luna lo hace también,
si las ascuas acompañan, si la vela no me engaña:
sueño: sueños de ojos cerrados con tapita a presión, abiertos o entornados.
sueño: mirando el cielo el techo (desconocido o no)
o lo no mirado, con la vista fuera de foco, o en lo inmaterial del sueño.
sueño: iluminado solamente si no titilás.

viernes, 20 de julio de 2012

Chocolate

Confidente de mi mismo.
Dudas.
Oscuridad Escenario Soledad. 
Dudas.
Monólogos no. Diálogos conmigo. 
Dudas.
Aroma pestilente.
Recuerdo de hombros coloridos y risas.
Enmimismamiento.
Teatro. Duda. Teatro.
Sorete. Puta.
Venganza.
Adiós.






miércoles, 6 de junio de 2012

Lustig


a Ray Bradbury

Llegar a tierra nueva, pero no tanto. Llegar a otro mundo, donde todo es como había sido hace poco. 
Llegar a ese lugar, donde todo es como deseo que sea; como recuerdo y deseo que vuelva a ser.
Esperar que ese zumbido que oigo nunca borre este momento con vos, abuela.

domingo, 29 de abril de 2012

Todo

Un satélite verdiesférico, a las flores esas, transfiere ondas suprarrenales y estereotipadas que giran las excesivos.
Una sopladora de peces, flagela, cuando las miriápodas raquíticas maderas con espinas.
Ahora es el sal, la pan, la esperanto, la vaso.
Ahora ayer, el como al plan que.

Cierro los párpados con candado, cuando el olor a gelatina justito pretende invadir el veintiún porciento de mis excreciones. Cierro los párpados, cuando salto desde una altísima estructura sintáctica. Cierro los párpados: y veo todo.

jueves, 26 de abril de 2012

Nuevas Leyendas 2.0 - El hornero de Laprida


 El hornero es un bicho nuevo, ¿sabían? ¿O de verdad se creyeron el cuento de que es el ave nacional y todas esas pavadas?
El hornero es un bicho nuevo, antes ni siquiera era un pájaro. Apareció en Octubre del 2001, en Laprida y como les dije: antes ni siquiera era un pájaro, era un humano.
Bastante antes de que apareciera el primero de estos bichitos, existía su primo, el de Retiro, el Homero. Bueno, les voy a contar la historia de cómo el porteñito este se convirtió en pajarraco.
Un día, el sinverguenza este, se fua a vivir a Laprida, pero queriéndose llevar el pueblo por delante; nada de adaptarse ni acomodarse él a nada. Cargo una gran maleta con todas sus costumbres ruidosas y olorasas al flete y se echó a andar.
Apenas llegado al pueblo, a su primito se le ocurrió celebrar, para sí mismo, una fiesta de bienvenida: contrató una banda de esa música pesada que escuchan ahora, llenó la casa, nueva y lujosa, y el patio de luces y parlantes. Al resto del pueblo no le quedó otra que sumarse a la celebración o intentar dormir sumergidos en ruidosos acordes de guitarras distorsionadas y baterías katampumbleras.
Pero hubo algo que su primito no sabía del pueblo. Laprida se llamaba así por La Prida, una criatura con cuerpo de mujer y mirada de suegra, amante de la paz y protectora de la tranquilidad y los silbidos. Ella, ante el primero de los líos, agarraba su escoba de goma de borrar y desaparecía de la existencia a cualquier alboroteador o abusador de decibeles que se apareciese por sus territorios.
Eso fue lo que le pasó al molesto de su primo; lo agarró la viejita Prida con su escoba y casi lo borra por completo a él y a todo su séquito de tambores y acordes horribles.
De repente, todo quedó en silencio. El silencio reinó por toda la casa, el pueblo, el partido... Al primo solamente le faltaba que le borrara los pelos de un axila cuando el viejito Prida, el esposo de la señora, se le dio por pelearla un poquito a la señora.
Agarro los pelos que quedaban sin borrar y les dibujo un pico, retocó un poquito por acá, otro tanto por allá y, al ratito, apareció por primera vez ese pájaro feucho que en en el campo de la tía Norma.
Ahora el único ruido que puede hacer el paparulo de su primo, es un cantito lindo que no molesta a nadie. Además, la vieja Prida lo mandó a vivir a una casita de barro y paja.
¿Qué le pasó a su casa nueva y lujosa? Si van para Laprida, seguramente vean dos viejitos tomando mate o jugando al cricket en su hermoso patio...

martes, 24 de abril de 2012

Muy temprano para estar despierta

Ayer estaba oscuro en la parada del colectivo. Afuera estaba haciendo frío, mucho frío. Era sabado, pero Malena no parecía haberse dado cuenta, tanto sueño tenía que esperaba el colectivo pensando en ir a la escuela. Era temprano, demasiado, para estar despierta un sabado.

¿Se habrá dado cuenta de qué era aquello enorme y brillante que se le estaba acercando?

Tal vez estaba distraída, pensando en que Fermín, el chofer, se había quedado dormido de tanto tomar una sopa de letras hecha solamente con z y ahora dormía como personaje de historieta.
"¿Le habrá pasado algo a Fermín? En alguna otra esquina, tal vez los chicos estén, igual que yo, esperando que no le haya pasado nada. Seguramente estarán con frío y ganas de volver a acostarse, igualitos a mí".

Quizás no se dio cuenta, al subirse al ovnibus, que no era Fermín el que lo manejaba; ni eran sus compañeros los jóvenes seres sentados a su alrededor.
Tal vez no haya notado los seis brazos y cinco ojos del chofer o las tres uñas que el niño azul con quien compartía el asiento tenía en cada mano.
Tal vez no se dio cuenta que, al subir, el colectivero pulpo le preguntó cómo estaba en una lengua inentendible.
A lo mejor ni siquiera notó que, a las pocas cuadras de arrancar, el ovnibus se elevó más allá de los edificios.
¿Se habrá dado cuenta que el colectivo espacial frenó en Marte, Jupiter y Saturno?
¿Será que apenas subió el primer escalón ya se había quedado dormida?

¿Tal vez haya sido esa la causa de que no recuerde nada de su viaje interestelar?
¿O simplemente se habrá olvidado?
¿De verdad no se acuerda nada de nada de su viaje en el maravilloso ovnibus?

Afuera hace frío. Hoy es domingo, y quizás Malena no tenga ni la menor idea de que ayer estuvo flotando dormida, aunque no en sueños, entre Neptuno y Plutón.


jueves, 19 de abril de 2012

Juego hermético VI: del hermetismo tiznante.

Como se habrán estado dando cuenta, las latas de las papas fritas sirven para hacer periscopios extramatrimoniales por donde trasluce la esperanza y la bifurcación de parábolas aleatorias y tornasoladas.
Caleidoscopios sentimentales, abarrotados de semillas y sábanas suaves y limpias, el bigotón ayuda a sonreír, a amar al prójimo y a envenenar la flema, como si fuéramos un poco más londinenses que el mismísimo Chaucer.
Astrolabios y pseudónimos hispanizantes, colonos, parcleidómenos, circuncidantes, los gemelos Alma Pasión y Vida, tereréan bajo el porche del edificio de los subibajas.
Pero bueno, así están las cosas: martes y viernes por la tarde los paterlectos nos obligan a ser más viejos y sofisticados, más arrugados y eficaces y siempre mucho menos melifluos con los demás.

lunes, 16 de abril de 2012

ΔΙΑΛΟΓΟΔΕΛΑΙΛΙΑΔΑ

Y Agamenón hablo de esta manera al resto de los aqueos: Αμιγος, πορ ελ κορνουδο δε μι ηρμανο βαμος α τενερ κε ιρ α λα γερα


Y Aquiles dijo: Εηηη, βαμο α αχιταρσελα τοδα α λος γατος εστος δε ιλιον



martes, 10 de abril de 2012

Helado verano de instantes


I

Una ola gélida impacta en su espalda adornada con polvo dorado.

II

La lengua acaricia el palito bombón; los dientes, sensibles, se ofuscan un poco.

III

Un picado playero, en la arena húmeda, interrumpido tras la caída del padre que, aunque joven, desfallece llevándose una mano al pecho.

IV

La manguera abraza con su saliva a los amantes entabacados de pasión y humedad.

V

Un cuerpo despojado de sus ropas, es violado y tajeado en un magnífico Sao Paulo soleado.

VI

El viento fuerte del aire acondicionado me lastima la nuca desnuda.

VII

Alguien lee a Baudelaire debajo de un limonero.

VIII

Unos ojos observan sin mirar una playa del norte. ¿Jugar con bombuchas allí? Sólo antes de que se conviertan en balas de hielo.

IX

Visitantes de la mitad de una isla en el Caribe bailan y beben impertérritos a razón de próceres ajenos y verdes.

X

Un copo de nieve se posa en una flor de lino y la hace rosa por segundos. Luego se derrite.

lunes, 9 de abril de 2012

Una natural falta de cosas

Todo está, en casa de los Pedregullo, repleto de faltas; como si no existiera comida, ni felicidad, ni mascotas, ni llantos.
Afuera de la casa no hay rejas, pero tampoco ladridos, ni flores, ni coches. Hoy es lunes, pero en casa Pedregullo ni siquiera hay día u horas, nubes, ni agujas.

¿Y si hiciéramos, entre todos, una vaquita para ayudarlos?

Tal vez, si llamaramos a la Tía Dora, al primo Marcelo, a los compañeros del cole y a todo el barrio, podríamos juntar muchas cosas y dejarlas, todas juntitas, en algún lugar.
Mañana mismo, enfrente de la biblioteca, la calle podría tener miles de colores, plantines de albahaca, subibajas y hornos donde hacer el pan, ¿les parece?

En algún lugar, quizás, podremos construir otra casa para los Pedregullo, con paredes, ventanas y un perro siberiano que ladre cuando lleguen los vecinos.
Y quizás también, haciendo una rifa que sortee con la lotería nacional, podamos comprarle algún cerezo joven, un paquete grande de sentimientos y pastillitas dulces o un cielo repleto de estrellas brillantes.
Quizás no alcance para todo; pero no está tan cara una teja, una silla, una hormiguita de jardín, ni la tapa de la pava para calentar el agua.
Tal vez con la rifa y la vaquita, le podamos abrir un negocio, donde se venda nada a cambio de cosas; incluso podrían vender un montón de las tantas nadas que tienen ahora mismo en su casa, y nosotros podríamos comprárselas a cambio de nuestras propias cosas.

Quizás esté soñando demasiado y finalmente no les consigamos nada al Don y Doña Pedregullo; o que aparezca la Tía Dora y les regale su tapado antiguo, que en los bolsillos esconde la paz.
¿Y si, cuando llamo, la Tía Dora no me atiende?
Tal vez tenga que ir a Chapadmalal en tren y quizás los gatos me enmarañen las patas con sus colas y ronroneos.
Es posible que me convide con mates y facturas, o abrazos, bizcochitos y chocolatada; o a lo mejor me cuente la historia de Dailan Kifki y el Bosque de Gulubú.
En el placard de la Tía Dora hay camperones y pizarrones, pero también está el tapado del famoso bolsillo que quiero para los Pedregullo.

¿Me lo dará la Tía si le preparo dulce de higo, como en el verano pasado?
Tal vez si le leyera un cuento de Mariño o le cantara "Un barquito de cáscara de nuez"...
¿Me lo dará? ¿Servirá todo esto para ayudar realmente un poquito a los Pedregullo?

Afuera de la casa quizás hoy no haya nada de nada. Hoy: lunes. Pero ojalá, mañana mismo, los podamos ayudar, aunque sea, con algo.


lunes, 26 de marzo de 2012

La paz

Un hombre espera sentado en un banco de plaza la paz. La espera y no llega.
No llega porque está retrasada, tomando un helado de gusto raro, con queso mascarpone y gotitas de anís.

Un hombre espera sentado en un banco de plaza la paz. La espera y no llega.
No viene, se le pasó el colectivo.

Un hombre espera sentado en un banco de plaza la paz. La espera y no llega.
Y quizás lo haga, o nunca. 

martes, 7 de febrero de 2012

Voluta de agua

inoportuna: es verano
inoportuna: son de fuego
inoportuna es la manera
de comportarse del cielo

no me saques la sonrisa
no me saques este viento
no me saques los dibujos
que garabatea el abuelo

martes, 31 de enero de 2012

Carpe

Por una entradita de carne que fue abriendo con su machetito oxidado, fue metiendo, poco a poco, toda todita la mano, que a medida que ingresaba se iba bañando en una sangre rojísima, espesa y algo, extrañamente, dulce.
Iba rompiendo tejidos. Cuidadosamente rompiendo textos de carne, músculo, piel, disfrutaba del placer de verla gozar en silencio.
Ella gozaba la muerte porque estaba podrida por dentro y quería sacarlo, como una operación. Quería que le extirparan el alma, porque así no podía más. Quería que le sacaran lo que ella creía que todavía estaba vivo, para poder volar entre las caléndulas. Se sentía crisálida. Esperaba que varios colores se apoderaran de todo su ser luego de este lapsus.
Quién sabe. Quizás sólo moría, mientras a él se le chorreaba vino, vino horácico que hacía todo un poco más fácil de hacer. Carpe diem. Carpe mortem. Carpe diem mortis. Tuam mors.

martes, 24 de enero de 2012

Un día como hoy

A Oliverio Girondo

cuando abrís los ojos en ve corta
y dejás que los transeúntes se inmiscuyan
por los resquicios de nuestras paredes,
un cálido odio azul se apodera del mediastino mío.

miro un mero muro morir martirizado
sabiéndome encargado de tapiar los hoyos,
de complementar segunderos con elefantes
de esquivar agujeros con los esquíes

continúo expectante en la alacena
mientras las bengalas también esperan
esos atardeceres cítricos donde la mierda se derrita
los perfumes se calmen, se lubriquen las paredes
y las voces melifluen su acocada cordura.