miércoles, 22 de diciembre de 2010

Celiaquía-diabetes literaria

Sufro de una especie de celiaquía-diabetes literaria
que no me deja consumir ciertos productos.
Por suerte hay todavía libros para gente con esto, de caracteres mudos,
libres de ciertos ingredientes que me hagan mal.

Sin patetismo que me hace mal es estógamo
sin cursilería extrema, que me hace doler la zona del mediastino
sin grumos, ni harinas, que dificulten el paso por el efósago

Lamborghini y Benedetti, Mallarmé (siempre Mallarmé) y Shklovski
y yo y Hesse. Y Girondo y Aira. Sobre todo ellos dos.
Hermanados en pos de alimentos culturales
saludables para todos nosotros.

Ay, que bien me vendría que Coelho no tuviera harina,
nada de ella. Porque me hace mal, me salen granitos violetas
debajo de las orejas. Y me broto toto toto todo.
Ay, si S. King fuera un poquito menos azucarado, si S. Meyer,
si... En realidad que bien me viene que todo esto no sea digerible para mí.
Que bien viene.

¡La (la, la,la) re puta madre a todos esos productos tan insanos para mi organismo!
Amen (sin tilde, obvio).


3 comentarios:

  1. De una...
    Increibles tus últimas entradas.
    ¿Bucay? ¿Stamateas? ¿Coelho? ¿King? ¿Ludovica?
    Las vidrieras navideñas de las librerias en Montevideo son como para hacerse caca parado...
    (Después de eso tan profundo que acabo de decir, me voy... )

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  2. Que suerte que me hayan dado esta dirección de blog. Que acertado estas!y creo que el azucarado también es Coelho. Sorprendente la locura de estos textos. Estoy seguro que Girondo los hubiese elogiado...

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