jueves, 21 de octubre de 2010

No sólo la ñ es también gente

Acabo de recordar un texto de María Elena Walsh donde defiende el uso de la ñ. La intención de la madre de Manuelita es por lo menos criticable. Una experta de la lengua como ella debe tener en claro la verdadera razón del problema de la ñ, y no caer en la defensa insulsa y ahistórica
Pero para entender el porque de la crítica, es necesaria una explicación algo más compleja, para lo que se necesitará antes hablar acerca de dos puntos.
a) La virgulilla (la tilde de la ñ) tuvo en un momento anterior una importancia mucho mayor: se le permitía estar sobre todas las consonantes, formando nuevas letras, cada vez que fuera necesario. Con los siguientes ejemplos creo que quedará claro, pese a la incapacidad de tipear los signos actualmente: miércoles se escribía con una letra llamada “emie” (una “m” con virgulilla), fiar con “efie” (una “f” con virgulilla) paciencia con “cie” , tienen con “tie” y así existen casos para todas las consonantes, incluso para la rara “hachie”que se usaba en la palabra hielo.
b) Mientras la situación era de esta manera, la importancia de la i era menor. Sólo se usaba sóla y cuando era puramente necesaria. Incluso en algun momento se la intentó borrar y escribir palabras sin ella ( véase el caso: ñño). La i, por aquel entonces, ni siquiera tenía el punto que lleva actualmente encima.
Ustedes se preguntarán cuándo y cómo cambió esto. La verdad es que en un texto perdido (se dice que era una trabajo escrito por un inexperto estudiante de español alemán) las ies se revelarón, se complotaron con la ele, a la que no le gustaba para nada usar virgulilla. En aquella oportunidad , la tercer vocal y aquella enrulada consonante, comenzaron a sacarle a todas las palabras las virgulillas necesarias. En emboscada arrancaron, cortaron y con ellas tejieron eles nuevas, mientras que las íes se pusieron sus puntos como un símbolo de victoria sobre el resto de las letras.
Las eñes se salvaron ese día, pues no aparecía en todo el texto, y desde ese momento sobrevive gracias al apoyo de intelectuales, grafólogos y escritores entre los que se encuentra la ya mencionada María Elena Walsh, Cristian Loasada y Javier Miraglia. He aquí de vuelta a la crítica, los expertos en la littera parecen haberse cegado: esconden la realidad, defienden al que se salva y está en peligro; pero pareciera que consiguieron la manera de lograr no mencionar a los caídos, con un efecto, a esta altura, mucho más que elíptico.
La verdad se sabe. Se sabe y se calla. Porque la historIa se cuenta sIempre desde el punto de vista de los victorIosos. (Encima te lo hacen notar...)

2 comentarios:

  1. Lucho es muy bueno, pero es posta o es una especie de cuento? Igual aguante la ñ (?)

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  2. Buenísimo. Ahora tengo ganas de poner virgulillas por todos lados.

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