cuando repetís (tus aguas, tus árboles, tus animales
o cualquier cosa digna de considerarse usable)
tu forma de vida implota:
no salpica a nadie y se destruye
cuando estás inflamada por comer
siempre los mismos alimentos
llenos de sal y pimienta
tus ojos delatan lo sosa que está tu vida
y sin embargo,
a pesar de tu chotez general,
cuando hablás en ese idioma
que eyaculás, escupís, vomitás y cagás
ahí sí, y ahí sí que sí
me gustás todavía más que el té
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